De la misma manera que el autoconocimiento mejora nuestra vida, el conocer en profundidad a nuestra pareja puede tambien contribuir a mejorar nuestra relacion. Y conocerlo no es solo hablar de lo que le gusta, de como se comporta,etc, es ir a una dimensión más profunda, al lugar donde las creencias y valores anidan.
Nuestro sistema nervioso eta dividido en niveles neurológicos. Algunos estan a la vista, digamos que pertenecen al grupo de niveles conscientes, son el entorno, es decir todo aquello que nos rodea, objetos y personas y la conducta, lo que hacemos, nuestro comportamientos.
Otros sin embargo son invisibles a los ojos, (¿recordais la frase "lo esencial es invisible a los ojos"?), existen en los niveles "insconscientes", no se ven pero estan ahí. Son las capacidades, despues vienen las creencias y los valores, le sigue la identidad, es decir la esencia de lo que somos y lo transpersonal, que se refiere a algo más elevado, al apertenencia al grupo, al universo etc,.
Son precisamente los que no se perciben a simple vista los que más fuerza tienen sobre nosotros, de forma que nuestro valores profundos marcan nuestro rumbo, nuestos comportamientos y nuestras capacidades sin que seamos coscientes de ello. es como si una fuerza invisible y poderosa nos llevaría por un camino que a veces no sabemos muy bien porque elegimos.
Conocer nuestros valores y los de nuestra pareja arroja luz sobre algunos comportamientos que a veces no alcanzamos a entender, y nos legitima ante nosotros y ante la pareja.
Tambien las creencias son compañeras de viaje de los valores. Descubrir cuales de ellas subyacen en nuestra relación nos ayuda a conocer su caracter potenciador o limitante de forma que podamos trasmutar estas últimas por las primeras y convertiralas en motor de nuestra relación.
Eso es precisamente empezar por lo esencial: conocer y asentar las relación en esos pilares fuertes, muy muy fuertes, que son los valores y las crencias